RESEÑA: DÉJAME ENTRAR

AUTOR: John Ajvide Lindqvist

TÍTULO: Déjame entrar

TÍTULO ORIGINAL: Lat den ratte komma in

EDITORIAL: Espasa

PÁGINAS: 453

Oskar, de doce años, vive con su madre en un suburbio de Estocolmo. Es un niño solitario, adicto a las golosinas, y con una curiosa afición: colecciona recortes de prensa sobre casos de asesinatos atroces. Sus compañeros de clase se burlan de él y le someten a un acoso del que se ve incapaz de escapar.

Un día aparece en el barrio una nueva vecina, Eli, una enigmática niña de su edad que huele raro, nunca siente frío y tiene canas. Oskar no puede evitar sentirse fascinado por ella y se vuelven inseparables.

Coincidiendo con la llegada de Eli se produce una oleada de asesinatos espantosos y sucesos extraños que tienen desconcertada a la policía local. Todo apunta a un asesinato en serie. Nada más lejos de la realidad.

Déjame entrar cuenta las historias de varios personajes paralelamente. Podría decirse que el principal sería Oskar pero tienen todos la misma importancia al final. Este, es un chico de doce años un tanto especial ya que tiene como "hobby" coleccionar recortes de periódicos en los cuales se hablan de asesinatos. Además, sufre un bullying bastante importante, todos sus compañeros se ríen de él, lo agreden física y verbalmente y no tiene ningún amigo que  le pueda defender. Pero, de pronto se hace amigo de una niña un tanto rara, Eli, la cual ve todas las tarde-noches.

También, sobre un adolescente llamado Tommy cuyos padres están separados y vive con su madre y su novio policía, irónico porque el chico tiene un problema con fumar pegamento. 

Y sin olvidarnos de una panda de borrachines más mayores cuyas vidas es aun más peor que la de su amigo de al lado.

En un principio yo vi la portada y la sinopsis (llamadme tonta o algo) y me creía que iba a leer una historia sobre fantasmas y me he encontrado con un tema de vampiros, cosa que ni siquiera se me había pasado por la cabeza aunque parece una cosa bastante obvia según lo narra. 

Tenía muchas ganas de leer algo distinto a lo que estaba leyendo, algo con más acción, no sé, algo distinto, y la verdad es que me ha gustado. Ha sido entretenido, muy interesante la verdad y para cambiar del típico tema es muy recomendable.

Aunque sí que había a veces muchas descripciones y detalles, que en mi opinión, no eran necesarios. Y tengo que decir, que habían algunas descripciones taaan detalladas que no lo recomendaría para aquellos con estómago flojo, como yo, había algunos detalles sanguíneos en los que lo he pasado un poco mal leyéndolos.

Aun así las citas del autor son MARAVILLOSAS, para mí lo mejor del libro, solo tenéis que ir al apartado de citas y veréis que hay 934289 jajaja

Aunque la actitud de Oskar me ha puesto de los nervios muchas veces porque no me cuadraba su actitud con su edad, ese instinto asesino. También me ha pasado con Eli pero ya por su maldad, vale que es tu naturaleza, pero me ha enervado mucho, aunque para bien, porque creo que era lo que quería transmitir y para mí lo ha clavado sobre todo con ese final que aunque lo esperaba pero era EL final en mi opinión. Tiene muchísima acción y siempre te quedas con ganas de más y te entra la curiosidad, sobre todo al principio.

Si queréis una lectura que os enganche, que no sea del típico enamoramiento adolescente contemporáneo, Déjame entrar está genial, sobre todo por sus citas y la manera de plantear las cosas. Me ha parecido muy original aunque sea del tópico vampiros, lo plantea de una manera que merece la pena leer.

• Todos pensaban nada más que en sí mismos y en lo suyo. Mi felicidad, mi éxito era lo único que se oía. Amor es poner la vida a los pies del otro, y de eso son incapaces las personas de hoy en día.

• Así era la escuela. Le decían a uno que hiciera un montón de cosas, y uno las hacía. Esos sitios los habían creado para que los profesores pudieran repartir fotocopias.

• Una idea sacada sacada de la magia, inspirada en los libros que leía. Porque la magia...la magia existe, claro que sí. Aunque sea sólo un poco. Los que negaban la magia eran aquellos a quienes les iba mal.

• Todo en el cerebro. Desde el principio. El cuerpo no es más que una especie de unidad de servicio que el cerebro se ve obligado a arrastrar para mantenerse vivo.

• -Porque así es como debemos ver a esas personas jóvenes que a veces nos dejan consternados. Caminan por el desierto de preguntas sin respuestas y con unas perspectivas de futuro poco precisas.

• Un silencio que es especial de los hospitales y que se deriva de la propia situación -uno en la cama, herido o enfermo, y el otro sano al lado- que en realidad lo explica todo. Las palabras se vuelven pequeñas, superficiales. Sólo se puede decir lo más importante.

• Dejó que las palabras flotaran en el aire. Que se inflamaran y crecieran hasta convertirse en una manta grande y roja que planeara por toda la habitación, se posara sobre él y lo mantuviera caliente toda la noche.

• Como aquel viejo con mil botes de conservas y ningún abrelatas. Muerto de hambre en medio de la comida.